jueves, 24 de octubre de 2019

Corrupción primitiva



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De: MIGUEL TEIXIDOR <teixmiguel@yahoo.es>
Fecha: 21 de octubre de 2019, 22:51:57 CEST
Para: MIGUEL TEIXIDOR <teixmiguel@yahoo.es>
Asunto: CORRUPCION PRIMITIVA
Corrupción primitiva                                
 De nombre Macario. Su ilusión,  jugar de portero en el equipo de futbol de Talamanca, su pueblo. Alto y robusto,  tenía una agilidad de mono, pero de mono araña. Ese que tiene una larga cola, que utiliza como un brazo o  pata más.  Así puede brincar como quiere por los bosques de Costa Rica. Ese era el país de Macario.
 Nada le venía de familia.  La afición de su papá, Valeriano,  era la pelea de gallos. Cada uno pues se entrenaba en lo suyo.Su padre con el gallo todos los días. Vueltas y más vueltas empujándolo con las manos. Lo movía a izquierda y derecha, como si trazase un ocho horizontal en el suelo. Capucha cubriendo la cabeza y espolones de afilado acero en las patas. Cada victoria era una fiesta familiar segura. Las apuestas en contra de su gallo eran las que más dinero hubiean dado, pero nunca perdía.
Macario entrenando todas las tardes. El campo de juego, de tierra pedregosa. Ponía el alma para  hacerse con cada balón que le llegaba. El cuerpo era el que sufría los rasguños. Siempre por el suelo. Parecía un “Ecce Homo” de tantas heridas como llevaba en brazos y piernas. Sus amigos le tomaban el pelo. ¿No será que el gallo también se entrena a picotazos contigo? le decían.
Talamanca jugaba el campeonato regional. Macario no había conseguido jugar en ningún partido. Ramiro era el portero titular y lo hacía bien. Su papá, Indalecio, también tenía un gallo de pelea. Nunca hasta ahora había conseguido ganar al del papá de Macario.
Primera semana de enero. Fiestas de Zapote, barrio de San José. Tolerada una pelea de gallos en la tarde del domingo. Esa misma tarde, partido de fútbol entre Zapote y Talamanca. 
El domingo Valeriano recibió la visita de Indalecio. Amanecía y los gallos  cantaban. Indalecio llegó a caballo. Una capa le embozaba el cuerpo y un pasamontañas cubría su cabeza. No quería que  le reconociesen. 
—Compadre Indalecio, ¿a qué debo el honor?
—Menos “ustedes” Valeriano, que sabes soy hombre de pueblo. Voy directo al grano.
Se sentaron en el patio trasero de la casa. Así lo quiso Indalecio para asegurarse de que nadie les vería juntos. Valeriano le ofreció tomar un vaso de guaro. Lo rechazó. Dijo que no estaba para aguardientes tempraneros. Luego, si acaso. En su lugar le pidió aguadulce. Se sirvieron para los dos. 
Indalecio le hizo una proposición.
—Valeriano, tú tienes un  gallo que siempre gana al mío. También tienes un hijo que nunca jugó un partido de titular. Ese puesto es siempre para mi hijo.
—¿Qué queres? ¿Qué ponga a mi gallo de portero y a mi hijo a pelear con tu gallo?
—Menos guasa, que esa vaina no la aguanto.
Indalecio le aseguró que Macario podía ser portero titular esa tarde. A cambio, el gallo de Valeriano debía perder la pelea con el suyo. ¿Cómo conseguirlo? El aceite de ricino era la solución. Indalecio tenía plantas de ricina en su bohío. Con unas pocas hojas prepararía el brebaje. Solo unas gotas en el desayuno de su hijo Ramiro. No se levantaría del retrete en todo el día. Y otras pocas gotas las pondría Valeriano en el pienso de su gallo. Aguantaría la pelea, pero con flojera severa. Perdería seguro. 
Les iba mucho a los dos en el envite. Valeriano se levantó sin decir nada y volvió con una botella de aguardiente. Llenaron los vasos. Bebieron hasta apurarlos. Conforme, le dijo Valeriano. No hubo más palabras. Se dieron la mano. Indalecio salió de la casa, embozado como cuando llegó.  Estaba saliendo el sol.
Macario jugó de titular en el partido. El gallo de Indalecio ganó al de Valeriano. A Ramiro se le limpiaron los intestinos por completo. El único que salió perdiendo fue el patrón de la casa de apuestas. 

Miguel Teixidor

martes, 22 de octubre de 2019

Dos propuestas

He preparado dos propuestas de relato pero no tengo muy claro el planteamiento del trabajo final. A lo mejor me interesa más adelante aplicar algunas técnicas que podamos poner en práctica a lo largo del curso, o un día me puedo imaginar una historia que me parezca más interesante. Ya lo comentaremos en clase

Propuesta 1 - María la guapa


Resumen:

Es la historia de una mujer que se ve encumbrada por su matrimonio y que se aprovecha de su posición para sacar el mayor provecho posible de las ocasiones que se le presentan. Poco a poco la corrupción moral se instala en ella y justifica sus actos sin ningún remordimiento. Al final de la historia está sola pero con todo el poder que ha acumulado intacto, lo que es a la vez su recompensa y su castigo.

Elementos de estilo a tener en cuenta:

Se alternan flash-backs de distintos momentos pasado junto con el presente.
Se alterna el monólogo interior con la narración en tercera persona y con insertos de diálogos. El monólogo interior es la voz de María que se justifica sin mostrar arrepentimiento de sus actos. La voz en tercera persona representa el hilo de la historia y la voz de los otros personajes.
Es una historia con elementos sociales pero con un toque intimista

Sinopsis (en orden cronológico):

El lugar en el que se sitúa la acción es un pequeño pueblo de las Rías Baixas, en Galicia. La acción transcurre en los 80. María, una bella muchacha de origen humilde, va a casarse con su novio Roque, que trabaja en la conservera local. Pero Julio, el hijo del propietario, se enamora de ella y consigue convencerla para que se case con él. María está deslumbrada por la riqueza de Julio y poco a poco va cambiando. Se pone de su parte cuando despiden a un gran número de trabajadores en la conservera y se va transformando en una mujer calculadora y manipuladora. Tiene un hijo  que no tarda en meterse en asuntos turbios. Julio enferma y María toma las riendas del negocio. Acaba su vida sola en el lujoso pazo de la familia de su marido. En la escena final se prepara para asistir a la boda de su hijo.


Propuesta 2 - Primero la familia


Resumen:

Es la historia de una familia en la que el marido se aprovecha de su posición privilegiada en el ayuntamiento para enriquecerse, parodia de muchos de los políticos que hemos conocido estos últimos años. El foco está puesto en la mujer y su transformación. Pasa de ser una joven ingenua que obedece en todo a sus padres y a su marido a desarrollarse como persona y distanciarse de lo que está sucediendo en su familia. Su autonomía se va afianzando poco a poco y al final rompe con ese mundo.

Elementos de estilo a tener en cuenta:

Los personajes son arquetipos de las historias de corrupción, aunque la mujer sufre una transformación más imprevisible
La narración está planteada en segunda persona, como si el narrador estuviera ayudando a la mujer a reflexionar sobre su propia vida y a analizar sus experiencias, haciendo flash-backs y alternándolos con el presente.
El tono es algo esperpéntico y levemente cómico. El lenguaje coloquial y desenfadado.

Sinopsis:

Conchita, una chica piadosa y apocada, se casa con un vecino de su barrio, José Alfonso, empleado del ayuntamiento y hombre emprendedor. Tienen dos hijos y pasan unos años de dificultades económicas. Pero José Alfonso es ascendido a Jefe de Área de Urbanismo y pronto entra en la casa dinero suficiente para vivir con comodidad. Los hijos van creciendo y haciendo prácticas en el ayuntamiento. José Alfonso empieza a encargarle a su mujer la custodia y gestión de importantes sumas de dinero. Con el tiempo llega a ser alcalde y por fin tiene las manos libres para hacer y deshacer a su antojo. Conchita, harta de las infidelidades de su marido y de las informaciones que le llegan sobre todas las irregularidades que él y sus hijos están llevando a cabo en el ayuntamiento, decide darle toda la información de la que ella dispone a un policía. José Alfonso y sus hijos son encarcelados pero Conchita ha ido ahorrando con el tiempo un pequeño capital que va a permitirle iniciar una nueva vida muy muy lejos.

lunes, 21 de octubre de 2019

Propuesta para relato

A mí me gustaría hablar de la corrupción en la manera de relacionarse a raíz de la aparición de internet y las redes sociales. Tengo un par de personajes más o menos, alguna cosilla escrita, y un título: Platón y el mundo de las ideas.

No se sabe si fue Ginés quien sedujo a la exmonjita, o la Mata Hari de El Palmar de Troya la que sedujo al santurrón. Tal vez simplemente estaban destinados a encontrarse y...



Sus padres le pusieron de nombre Jesús Hernández Martínez. Él eligió llamarse Sergio Ginés María. Muchos lo llamaron Gregorio XVIII. Otros le apodaron Ginesín. Su novia siempre prefirió llamarle «Mi Gánster».

Es la historia de un exseminarista y exmilitar murciano, que ingresó muy joven en la Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, donde ejerció como sacerdote durante 27 años. En 2011 fue nombrado el tercer Papa de la Iglesia Palmaria con el nombre de Gregorio XVIII.

En abril de 2016 dejó el papado palmario y la vida religiosa definitivamente, alegando haber perdido su fe y llevándose de paso —según denunciaron miembros de la Orden— 2 millones de euros en efectivo, un indeterminado número de joyas, y el «papamóvil», un BMW X7 de alta gama valorado en 70.000 euros. Ginés se fugó con la que por entonces era su novia, Nieves Adriana Triviño, una exmonja de la misma orden, con la que se casó en septiembre de ese mismo año.

Por su parte, Nieves había sido monja de la Iglesia Palmaria de joven, pero hacía tiempo que había abandonado la orden. En 2016 Nieves trabajaba como animadora sociocultural del ayuntamiento de Monachil (Granada), era madre de dos hijos, divorciada y funcionaria. Al parecer seguía visitando con frecuencia la Iglesia Palmaria, donde algunos miembros de la orden la apodaban la «Mata Hari» de El Palmar de Troya, supuestamente por los libidinosos deseos que conseguía despertar entre los obispos.

Dos años después de que Ginés renunciara a su papado, protagonizó junto con Nieves un rocambolesco intento de robo en la sede de la que había sido su Iglesia. Aquel asalto estuvo decorado por una escalera telescópica, un par de caretas de payaso y el propio expapamóvil. Finalmente, todo terminó con una violenta reyerta y tres heridos de arma blanca; uno de ellos el propio Ginés. 

Ginés y Nieves fueron condenados a 6 años de cárcel, pero no llegaron a entrar. Consiguieron una rebaja de la condena de 5 años, y al quedar la sentencia definitiva en un solo año, lograron evitar la prisión. Al fracasar su plan tuvieron que buscar otra forma ganarse la vida. Comenzaron entonces la etapa de visitar varios platós de Telecinco y diversas redacciones de revistas del corazón, llegando incluso a protagonizar una portada de Interviú.

La historia del tercer Papa de la Iglesia de El Palmar de Troya es tan descabellada que parece pura invención y creo que solo puede ser contada con una buena dosis de humor. Me imagino este personaje como una especie de Wilt o de Ignatius Reilly. Alguien que se cree tocado por la mano de dios y, por tanto, muy superior al resto de pobres mortales. Una persona que ha llegado al convencimiento de ser más inteligente que los demás y que se cree capaz de trazar un plan maestro, tan perfecto-tan perfecto, que es imposible que salga mal. Por eso he pensado narrar la historia de cómo diseñó el plan de robo y cómo terminó todo, aunque puedan aparecer escenas anteriores o posteriores a aquel hecho. 

Me gustaría contar esta historia con el tono que le hubieran dado Tom Sharpe o John Kennedy Toole. Al menos es lo que me gustaría, pero no sé si podré. De lo que estoy segura es de que me voy a divertir muchísimo con este relato.

Entiendo que el tema de la «corrupción» encaja de varias maneras: la corrupción de la Iglesia, de la religión en general, de la moral, y básicamente de todo ser humano. Cómo es posible corromper a cualquier persona, sean cuales sean sus valores y creencias, si averiguas y le ofreces en bandeja su secreto objeto de deseo.

SGRunaway

Macario, Juan Rulfo

El próximo día veremos vuestras propuestas de relato, he visto que ya hay alguna colgada ;)
Y también podeís leer este relato de Juan Rulfo que algo tiene que ver con la corrupción. Dejo el enlace:
https://ciudadseva.com/texto/macario/

viernes, 18 de octubre de 2019

Mis propuestas de relato para el libro


Yo tengo cuatro propuestas para mis relatos y pido ayuda para descartar dos. Todas van a versar sobre la capacidad innata que tiene el ser humano de corromper, como primera opción, todo aquello en donde por desgracia mete la mano.

Propuesta número 1: corrupción de la pareja
Voy a hablar del deterioro corrupción de la relación amorosa entre un hombre y su mujer. La corrupción del amor. Voy a tratar de hablar del deterioro de la relación y el maltrato, pero no lo voy a hacer explícitamente, sino de forma alegórica. No voy a contar la historia tortuosa de una mujer maltratada, sino más bien de una secuencia de sensaciones, me explico mejor: el relato contará la historia de dos enamorados que van al caribe a pasar unos días y hacen una excursión de buceo por unas cuevas subacuáticas. Ella quedará atrapada por un hecho fortuito y luchará por salir de ahí. Quizá hasta deje que lo consiga. En ese periplo experimentará todo lo que yo he visto pasar a una amiga mía que sí ha vivido esto, no con maltrato físico, pero sí psicológico. Pasará por la soledad, la angustia, el desespero, la caída, la subida, y la continua sensación de estar luchando contra algo que nunca acaba. Todo eso mientras trata de escapar de la cueva antes de que se le acabe el oxígeno de su bombona.
Es telita de pretencioso para un novato como yo, pero si sale bien quedará chulo creo yo.

Propuesta número 2: corrupción entre la relación del hombre con el perro.
Izan es un tipo obeso y solitario bastante friki y con un coeficiente intelectual paupérrimo en puntos, que dedica su vida a alimentar sus propias invenciones fantasiosas. Una de ellas es creer que la caza le hace ser más macho y por tanto le proporcionará las mujeres de las que ha carecido siempre. Por supuesto no es capaz de cazar absolutamente nada, pero él tiene licencia de armas una escopeta y perros. Además de estúpido es completamente asocial e incapaz al mismo tiempo de advertir sus propios defectos. Por si fuera poco, tiene la jodida costumbre de cansarse bastante rápido de sus perros de caza de los que espera hagan todo el trabajo. Cuando pasa el tiempo y la caza es cero, elige a uno de ellos, normalmente el más viejo o poco activo, lo lleva siempre a la misma colina y le descerraja un tiro a corta distancia porque encima es tan inútil que si se le alejan no les acierta. En el caso del relato la causa es meramente económica, tiene demasiados perros a los que debe alimentar. No anda sobrado de trabajo ni de dinero y decide sacrificar a Braco19. Como es idiota considera que para no vincularse emocionalmente con sus animales debe ponerles nombres compuestos de su raza seguido del número de orden que ocupa. La sorpresa vendrá cuando descerraje el tiro sobre Braco19 y él, al mismo tiempo, se desmaye (por causas que ya contaré). Al despertar verá asombrado que la sombra de Braco19 sigue tan viva como el perro antes de morir. Porque el perro muere claro, de hecho él puede ver el cadáver casi partido por la mitad tirado en el suelo junto a los huesos de los anteriores 18 perros. Además, un tipo de pinta extraña y que no pinta nada en la colina olvidada de la mano de Dios donde Izan se encuentra le está mirando. No tengo claro ni el aspecto ni muchos detalles de este tipo, pero sí sé quién es. De hecho, lo primero que le dice es algo así como ¿Has sido tú el que ha llamado a mi puerta? Bueno no sé si debo seguir con el spoiler así que os diré quién es y el final de la historia, si es menester, en clase.

Propuesta número 3: corrupción de las relaciones interpersonales en sociedad.
Esta propuesta se resume en una frase que no recuerdo dónde escuché o leí: hoy en día que cada uno vaya a lo suyo se ha convertido en todo un arte. Quiero relatarlo de una forma muy sencilla.
Un tipo se levanta por la mañana y se da cuenta de que está muerto. Empezará sufrir los efectos paso a paso de la putrefacción mientras coge como cada día el autobús, sigue yendo a trabajar, a ver a sus padres, en fin, vida normal mientras su cuerpo se corrompe. Eso sí nadie le va a hacer ni puto caso. Como si corromperse fuera la cosa más normal del mundo. Aparte de alguna foto con el móvil de algún desconocido y el hecho de sentir que la gente se aparta por su mal olor, no llamará la atención de nadie. Ni del médico, ni de sus padres, ni de sus amigos, nadie se preocupa por él. Todos procuran seguir sus vidas como sin nada mientras él se descompone día a día.

Propuesta 4: corrupción de la risa
También muy sencilla de contar. Un tipo o tipa se despierta por la mañana y CHAS cada palabra que suelta hace reír descontroladamente a quién le escucha. Desaforadamente, desesperadamente, la gente que le escucha se desternilla literalmente como si estuviera drogado. Pero incluso aunque el o la protagonista, tan sólo tosa. Incluso aunque el que tenga enfrente sea sordo. Cualquier sonido provocará una risa bestial y extrema a su alrededor sostenida mientras él siga hablando.
Esto al principio está bien porque va a convertirlo en millonario. Sus vídeos de you tube serán los más reproducidos en la corta historia de la app y le reportarán pingües beneficios. Le invitarán al hormiguero y cosas así.
Pero con el paso del tiempo, esta habilidad no solicitada le costará todo lo que tiene en la vida ya que le resultará del todo imposible convivir y comunicarse con absolutamente nadie. Claro imaginad a su mujer, por ejemplo, si cada vez que un sonido sale de su boca provoca una risa tan brutal que la gente se ahoga, se encana, le provoca dolor de tripas, les hacer fallar las fuerzas, desmayos, etc., con su mujer la resultará imposible hacer cosas tan básicas como hablar, ir a comprar, comentar nada, hacer el amor y todo lo que necesite interacción oral entre la pareja.
En un determinado momento, alguien morirá de risa por su culpa.
Poco a poco absolutamente todo el mundo irá apartándole de su lado o directamente huyendo en dirección contraria.

Cisnerius

jueves, 17 de octubre de 2019

ELIMINACIÓN








En primera ronda de eliminación me toco Rodrigo Granero. No era nuevo en el circuito pero para mí era un pardillo. Lo vi llegar desgarbado y con las greñas que casi le tapaban los ojos.

Tuve un mal día. En cuatro hoyos la bola estuvo a punto de entrar pero no conseguí el birdie. Llegamos empatados al último cuando debería llevar tres o cuatro golpes de ventaja. Era un par cuatro, largo pero rectilíneo y con el green en alto. Le tocaba empezar a él. Me fije como agarraba el hierro equivocado para su golpe. Tenía el aspecto de un labrador que va a levantar terrones. Con el hierro demasiado ligero su golpe fue corto. Tuvo la fortuna que quedo sobre una loma desde donde podría apuntar bien a la bandera.

Bien concentrado di mi golpe que salió centrado en la calle. El viento lo desvió a la izquierda y mi bola pasó velozmente junto a la de Rodrigo y la perdí de vista por lo abrupto del terreno.
Se me agrió el gesto al ver que mi bola había perdido velocidad en una vaguada por la que acabó fuera de la calle. Otra vez tendría que golpear en la hierba para tratar de meterla en el green. Di un potente golpe. La bola frenada por la hierba no logro alcanzar su destino por muy poco y rodo hasta la arena. El bunker a la izquierda del green atrapó mi bola.

Vi a Rodrigo sonriente en la loma agarrando su palo como si llevara un bate de béisbol. Con una postura incorrecta lanzo un tiro algo desviado a la derecha. El cabrón afortunado consiguió evitar el bunker de aquel lado y la bola entro en el green a más de quince metros del hoyo.

Aún tenía posibilidades si daba un golpe perfecto para sacar la bola del bunker. Debía golpearla por debajo para hacerla rodar sobre sí misma y que rebotara en el Green cerca del hoyo. Lo conseguí.

Para ganar Rodrigo tenía que embocar desde lejos. Puso sus rodillas en horrible postura en la que parecía que iba a cagar en vez de golpear. Lo suyo más que un golpe fue una pedrada. La bola salió con tanta fuerza que parecía que saldría del green por el otro lado. Pero no fue así. Al pasar por encima de hoyo completamente centrada la bola penetró en vez de proseguir el recorrido que yo esperaba.

Ahora a aguantar a la prensa en tropel. A tener que felicitar al ganador para que no digan de mí que soy un engreído. Me rumiaré mi deseo que Rodrigo Granero, el gañan de la greña, pierda mañana como he perdido yo. Mereciendo ganar.

José Luis

miércoles, 16 de octubre de 2019

LLANOS


Tarea 1

10 de octubre de 2019

Hola a todos,

La tarea planteada para esta semana era escribir un relato de no más de 20-25 lineas escogiendo alguna de estas opciones:

Opción 1: usar palabras con ele o ese. Tema: vértigo. Personaje: una binguera vegana.

Opción 2: usar palabras con sonido ge o erre. Tema: envidia. Personaje: un jugador de golf de élite.

Alguno ya lo habéis colgado, ¡gracias! 

El próximo día votaremos ya el tema de nuestro libro para empezar a trabajar cunato antes en él.







LLANOS

Las personas cuando se dirigen a ella y le hacen preguntas… le producen vértigo.

Ejercen al instante esa sensación inesperada de náuseas.

Lo define en su sesera como libélulas revoloteando dentro del estómago y que hacen que los alimentos leales a esa falta de equilibrio en su interior generen olas incitándolos a salir.

Imagina en esas situaciones que su cara debe tener una expresión de alelamiento por la expresión que ponen los demás

Solo pensar en estar rodeada de gente le produce pequeños teleles, que incluso en algunas ocasiones le hacen perder el equilibrio.

En estos momentos se acerca a la barra del Bar acompañada de su amiga Lily. Las dos avanzan hacia la zona de la cocina. Lola, la cocinera alza la cabeza y las mira.

-¿Qué queréis comer de primero?

-Mirad el menú –ladean la cabeza una mirando a la otra-.

-Pues vosotras diréis…

-Arroz a la cubana –contesta Lily-, mi amiga no lo se, es vegana

-Quieres que te haga una ensalada, verduras, fruta…

-Venga Llanos, decídete…

-También pediré arroz a la cubana ¿qué lleva?

-Pues lleva arroz cocido, tomate, plátano y un huevo frito… quizás el huevo…

-No, tranquila… huevo…, está bien.

Lola mira a su alrededor como buscando algo –ha dicho huevo frito- encuentra la mirada de una comensal habitual, se ha dado perfecta cuenta de la conversación y sonríe a la vez que alza los hombros en señal de no entender tampoco.

Llanos se dirige a la mesa que Lily previamente ha elegido. Su pensamiento está en el huevo frito. En realidad dice ser vegana porque las lenguas de otros dicen que esa alimentación hace comportamientos más positivos y cree que eso le hará pasar menos desapercibida para los demás.

Después de comer han quedado en ir al Bingo, a Llanos le encanta ir a ese lugar, se siente bien. Puede llevar hasta seis cartones a la vez y es una más.

Se sienta, mira a su alrededor, allí domina todas las situaciones

Al final –piensa- todos parecemos peleles mirando los cartones y escuchando el sonido uniforme de la voz cantando los números de las bolas… LÍNEA

                                                                       Delia

                                                               1’30h  del 17-10-2019

Sexo en los 70’s


Sucedió ya de noche, antes de que el bingo cantara. Nunca, ella nunca lo cantaba. Libando licor barato pasaba el rato y malgastaba su corazón pleno de limaduras de lamentación. La otra estaba a su lado libando del mismo licor y desgastando el mismo rubor. Las dos cruzan la mirada y sienten pues, que un vértigo atroz, las inflamaba.
Deciden deglutir alegría embotellada y esperar a que el rubor marchara y el vértigo candente, rebosara. Y a las pocas copas, las dos son dos sopas.
 Al final se suelta la más despendolada arrastrando las palabras. “Vivo cerca de aquí y sola” Y la otra replica acalorada “y yo no como carne soy vegana, pero por ti me lo saltaba. Por cierto, no me has dicho cómo te llamas”. Las dos, ya presentadas, juntan los labios y los mueven, mas ya no se hablan.
Las dos caen de la montaña rusa más alta. El vértigo las embriaga, son adictas y no lo sabían, a la altura que sus dos lenguas alcanzan y en su leve escudriñar en la salita de sus bocas una canta en sus adentros: ¡bingo! ¡Bingo por fin! Mira, la que nunca lo cantaba. No, no se esconden. ¿Alguien en la sala no las fusila con la mirada? Se desconocen, mas no por mucho tiempo.
Y allá que van la sola y la vegana sin importarles lo que dejan atrás: jarana en la sala, para toda la semana.
Al salir, en ellas, nadie repara. Sólo son dos ancianas a las tantas de la madrugada. Cogidas de la mano hablando a gritos y sujetando las farolas. Se ríen. Serán dos hermanas. Otro beso. ¡Ah! no, no serán.
Bebidas, sobándose y mareadas. Todo da vueltas a su alrededor, es por el vértigo al que son aficionadas. Calientes van, directas al portal de la más despendolada.
En la calle solo son dos sombras anaranjadas que, al entrar tras el portal, caerán en un vértigo infinito. No es un vértigo de alturas, es un vértigo de amar. Quizá dure un día, quizá hasta el final.
Pero esa noche, cuando crucen el portal, serán dos remolinos encontrándose en medio del vasto mar, fundiéndose la una en la otra, creando un remolino más grande y más voraz.
Esa noche, cuando crucen el portal, serán una y nada más.


Cisnerius

El asesinato del solomillo


Susana fue ayer al bingo con unas amigas. Será divertido decían. Comeremos barato decían. ¿Comeremos barato y será divertido? ¿O será barato y comeremos divertido? Menú: solomillo.
- ¡Camarero! ¿Tienen coles de bruselas?
- No. Solo solomillo. Solomillo de ternera lechal con salsa de setas.
- ¿De ternera lechal? Pero eso es... Eso es... ¡Un asesinato!
- Un asesinato. Sí. ¿Lo quiere con salsa de setas?
- ¡Quiero coles de bruselas!
- Asesinato con salsa de setas. Lo anoto.
- ¡Coles de bruselas!
- ¿Qué coles? ¡Salsa de setas!
- ¡Que no quiero setas! Quiero coles de Bruselas. Bru-se-las.
- ¿No quieres setas? ¡Haberlo dicho antes mujer! Asesinato con salsa de setas sin setas. No le gusta la verdura a la señora por lo que veo, ¿eh?
- ¿Cómo? ¡Pero si soy vegana!
- Entonces querrá asesinato con salsa de setas con setas. Claro. Disculpe usted señora. Acaban de operarme de un ojo y estoy algo sordo todavía.
- ¡Deje de decir asesinato!
- Es lo único que hay hoy en el menú señora. Asesinato. ¿Le pongo pimienta en la salsa de setas con setas?
- ¡Deje de decir asesinato!
- Asesinato. Asesinato. A-se-si-na-to.
- Solomillo. Solomillo. ¡So-lo-mi-llo!
- ¡Marchando un solomillo con salsa de setas con setas para la señora! ¡Buena elección!

- ¡Sesenta y seis! ¡Seis! ¡Seis!
- ¡Bingo! ¡Bingo! ¡Biiiiiiiiiiiingo!- Sus amigas enloquecieron.
- ¡Un Larios con limón!
- ¡Ginebra rosé con sprite!
- ¡Un solomillo con salsa de setas!
- ¡Que sean dos!
- ¡Tres!
- ¡Sesenta y seis!
- ¡Bingo!

En ese momento apareció el camarero con ese asesinato sangrante y sonrosado acompañado de salsa de setas con setas.
- Su solomillo, señora. Con muchas setas. Como usted pidió.
Le dio tanto asco al verlo que se desmayó encima del plato. En la ambulancia, de camino al hospital, abrió los ojos:
- Coles de Bruselas- murmuró. Y se volvió a desmayar.
Vayamos al bingo decían. Será divertido decían.

María F.

Rollitos veganos


Un soniquete de bolas bailando. Luces indirectas. Susurros flotando al otro lado del salón. Un eco celebra algún premio aislado.

Mientras, yo agito los diminutos cubitos de hielo que nadan en este vaso. A penas oigo los números danzando. Siento vértigo, casi me desmayo. Me recuesto un poco más y ya no tampoco soy capaz de escuchar la música de fondo. Tan solo estoy, ocupo un espacio, froto el cartón sobre el tapete dorado. Y permanezco, esperando.

Quizá es porque es cálido, quizá porque el suelo es blando. Solo en este rincón me calmo y consigo olvidar el pasado. Sentada en esta silla logro descuidar los recuerdos. ¡Fuera bicho! Mientras, espero.

Un nuevo aroma y por fin despierto. He dejado pasar todos los suculentos aperitivos, pero los rollitos veganos son todos míos.

martes, 15 de octubre de 2019

Marisol lleva una hora preparando la cena y la luz de la cocina parpadea desde hace una semana. El mismo tiempo que lleva evitando coger la escalera y subir a cambiar la bombilla que amenaza con fundirse. El mismo tiempo que lleva pidiéndole a Ulises que coja la escalera y suba a cambiar la bombilla que amenaza con fundirse. Marisol tiene vértigo pero con los años ha aprendido a mitigarlo. Para ello piensa en el cucú de las palomas las tardes de agosto, el pasar de un avión a la hora de la siesta o las tormentas eléctricas de verano. Está encaramada a la escalera cuando Ulises pasa a la velocidad de un rayo por la cocina.

—Mamá me voy, ceno en casa de el greñas.

Marisol no tiene ni la menor idea de quién es el greñas, solía entender a su hijo pero ahora el propio lenguaje es un abismo que los separa. Fortnite, dub, trap. Marisol tiene vértigo y un hijo adolescente.

Piensa que es una pena que Ulises se vaya a casa de el greñas porque hoy la cena huele especialmente bien a pesar de que a él no le gusten mucho sus recetas veganas. Cuando Marisol era pequeña su madre le contó que había unos monjes en el Tíbet que caminaban encorvados con un pequeño cepillo y barrían el suelo antes de pisarlo para evitar matar cualquier ser vivo que se interpusiera en el camino. Desde entonces admira mucho a los monjes tibetanos y a la gente que es capaz de comprometerse tanto con las grandes causas. Marisol recicla, es vegana, tiene vértigo y un hijo adolescente.

Cuando termina de cenar repara en que ha anochecido y lleva un buen rato a oscuras y está triste. Decide salir a la calle, es agosto y aunque ya es tarde sigue habiendo un ambiente espeso y húmedo. Pasea sin rumbo y sin fijarse demasiado en lo que le rodea hasta que las luces lejanas de un bingo captan su atención. Todos esos colores brillantes le atrapan como si fuera una polilla y para cuando se quiere dar cuenta está entrando por la puerta. Se sienta en una mesa al azar, evitando tocar demasiado el mobiliario. Todas las superficies de ese lugar parecen estar salpicadas de vicio. El hombre que está sentado justo enfrente le mira y le devuelve una sonrisa sin dientes. Marisol se pregunta qué hace allí y cuál será la mejor manera de salir corriendo sin llamar demasiado la atención, cuando pasa el chico que reparte los cartones. Por jugar uno tampoco pasa nada. Le suena el teléfono, es Ulises.

—Mamá, lee los whatsapps —le cuelga.

Han pasado varias horas desde que dejó de pensar en las horas. Marisol apaga el móvil y llama al camarero chasqueando los dedos.

—Póngame un bocadillo de loganizas, haga el favor.

Marisol recicla, es vegana a tiempo parcial, tiene vértigo, un hijo adolescente y ha encontrado el pasatiempo perfecto para las tardes de domingo.

Hada

Tarea 1

Hola a todos,
La tarea planteada para esta semana era escribir un relato de no más de 20-25 lineas escogiendo alguna de estas opciones:
Opción 1: usar palabras con ele o ese. Tema: vértigo. Personaje: una binguera vegana.
Opción 2: usar palabras con sonido ge o erre. Tema: envidia. Personaje: un jugador de golf de élite.
Alguno ya lo habéis colgado, ¡gracias! 
El próximo día votaremos ya el tema de nuestro libro para empezar a trabajar cunato antes en él.

Carcoma



Se protegía  como podía con los brazos, gimiendo aterrado mientras aguantaba el chaparrón de insultos y patadas. – “¡Cretino, garbanzo, renacuajo, cangrejo!” – Oía la risa socarrona y arrogante de Ricardo Arrigorriaga, dirigiendo a los atroces brutos desde la retaguardia. – “No pasa nada mamá, me he vuelto a caer en el colegio” -  Resignación ante la abrumadora superioridad de los otros, fardo de dolor al que uno acaba por acostumbrarse.

Ricardo, el mismo que veía ahora en el tee ojeando el primer green, los brazos en jarras y las piernas abiertas. Alto y fuerte, bigotito presuntuoso, pelo rizado y crespo, siempre el jefe. Del instituto, de la facultad y al final de la empresa. Genuino producto de la más estricta burguesía, había recorrido todas las etapas de su vida como un triunfador. La madre de Jorge no dejaba de tenerlo al corriente. – “El hijo de Maite va a hacer un máster en Jacksonville, parece que le han nombrado representante de la empresa en San Francisco, se va de vacaciones a Australia, se ha casado con la hija de un banquero riquísimo, sale en el periódico, van a hacer un reportaje sobre su vida, ¡es tan atractivo!”

Jorge había esperado de Ricardo que alguna vez se disculpara, que intentara acercarse a él, pero cada vez que se encontraban seguía despreciándolo y empujándolo hacia el fondo cruelmente, recordándole las brutales palizas. Hoy no contaba con verlo, y menos en su club. – “¿A qué viene? ¿A joderme? ¡Pijo engreído! Mira a su alrededor como si todo le perteneciera”

Él nunca había tenido suerte. Todo lo que emprendía le costaba un terrible esfuerzo y al final sus sueños se derrumbaban una y otra vez. En casa, sus padres no reprimían su frustración por un hijo tan torpe que no era más que un engorro, un fracaso irremediable. Su vida había acabado por reducirse a repetir los gestos cotidianos procurando pasar desapercibido.

Hasta que probó a jugar al golf. Le contrataron como caddie en el club de Los Arroyos. El sueldo era misérrimo pero el trabajo se fue transformando poco a poco en un refugio que le hacía olvidar sus congojas. Pronto aprendió a jugar. Sus manos parecían haber sido creadas para golpear la pelota y, sin esfuerzo aparente, depositarla en el hoyo con una precisión asombrosa. Por fin la vida le sonreía. Torneos internacionales, giras vertiginosas, su extremada pericia era comentada en los foros más exigentes de la profesión. La gran promesa del golf en todo su esplendor. El mejor.

Conoció a Gloria en una reunión del club. Se celebraba su victoria en un torneo importante. Ella lo miraba arrobada, con aquellos ojos glaucos y el pelo gelatinoso color miel cayendo sobre sus hombros. Deslumbrante. Quedaron en salir al día siguiente, y al otro, y al otro. Para Jorge era la primera vez. Se despertaba al amanecer y la vida le parecía resplandeciente. En su imaginación el futuro se le representaba como un rosario de momentos de júbilo. Era otro hombre.

Habían quedado en el Tropical a las ocho y cuarto. Jorge se había retrasado un poco y se apresuraba nervioso hacia la barra. La vio sentada en un taburete charlando con un tipo que le daba la espalda. Se reía estrepitosamente de algo que le contaba. Estaba irreconocible. Siempre la había visto más retraída, en cambio ahora su estridencia era casi ordinaria. De repente, angustiado, sintió el chirrido de una alerta interior. Era Ricardo, como siempre, Ricardo Arrigorriaga, que se cernía sobre Gloria como un inmenso buitre.

Se había marchado a vivir a Francia durante unos años, esperando olvidar y concentrarse en el golf. Pero ahí estaba de nuevo Ricardo, ruin y prepotente. Sintió que se ahogaba, que lo abrasaba un rencor rojo y amargo. Revivió su dolor, que salía a borbotones de su memoria, estrangulándolo. Luego respiró hondo un buen rato hasta que su corazón latió a un ritmo regular. Concentración. Precisión.

Sus manos acariciaron el driver, su cuerpo se arqueó ligeramente. De repente todo le era favorable. Los gorriones y los jilgueros enmudecieron, el calor dejó de latir. La pelota rasgó el aire, recorrió como un rayo los cuatro metros que los separaban y se incrustó en el cráneo de Ricardo. Su sangre gorgoteó sobre el green y se bifurcó en regueros irregulares alrededor del cuerpo.

La prensa reprodujo la imagen de Jorge destrozado por el trágico accidente. Se habló de un hecho similar en Argentina, y de otro en Pernambuco el año anterior. Un infortunado percance totalmente imprevisible.

Adela



jueves, 10 de octubre de 2019



UN MES DE DOS LUNAS LLENAS
Miguel Teixidor
Thriller con contenidos y consideraciones variadas sobre sentimientos, erotismo y vida profesional de una generación nacida una década después de la llegada a la luna.
Gonzalo, un joven auditor de grandes cuentas, de espíritu taciturno, pero inteligente y atractivo, decide cambiar de aires y tomarse un mes entero junto a la Costa Brava. Movido por la curiosidad y la falta de expectativas en la que se había convertido su vida, encontrará ese verano el giro que necesitaba en una suerte de yincana de experiencias vitales al estilo de la película ¡Jo, qué noche! Lo que a primera vista pudiera parecer una historia pasajera de libertinaje sexual ambientada en tiempos de verano, es en realidad un relato serio y determinado a ahondar en el espinoso tema de la identidad sexual en los tiempos actuales.


 UDL LIBROS
Rústica con solapas
270 pp. | pvp: 15,00 € | 21 x 14,8 cm. ISBN: 978-84-95885-23-4
En librerías el 17 de septiembre de 2019
Miguel Teixidor (Valencia 1941) hizo sus primeros estudios en los marianistas, cuando empezaron a educar con talante liberal a generaciones de la posguerra. Participó en uno de los cursos sobre relato corto y guión en la Escuela de Escritores de Madrid. Tiene más de veinte cartas al director publicadas en EL PAIS, cuando este periódico daba espacio e importancia a esa sección. Una de esas cartas, titulada 'Europa fin de trayecto', tuvo la compensación de ser incluida en el número especial que sacaron por los 35 años de vida del diario.


Con una escritura ágil y pormenorizada en los detalles, la novela nos sumerge en el mundo de las vivencias, sentimientos, dudas y expectativas de su protagonista —Gonzalo— personaje bien perfilado. La incorporación de la temática al mundo del thriller añade interés a la obra. Muy acertado el comienzo e inteligente el final. ¡Buen guión para una película!
  

LA CLASE 20 de junio 2020

16 al 20 de junio de 2020 LA CLASE Lunes Su aspecto todo él era cuadrado. Incluso por partes era cuadrado, tirando a o...