Corrupción de los adultos con los niños
UNA VUELTA A LA MANZANA EN VESPA Delia
ELLA, UNA NIÑA DE 7 AÑOS SIEMPRE VE EN JUAN, EL
AMIGO DE SU PADRE, QUE NO ES INVISIBLE PARA ÉL.
La saluda
y tiene palabras amables con ella, al despedirse, le da con sus dedos índice y
corazón de la mano derecha un pellizco en la mejilla, no le hace gracia, le
hace daño. Pero piensa que los adultos no calibran la presión de los dedos.
Se despide con una sonrisa y le da esperanza
al decirle:
- El próximo día, si vengo con más tiempo, te
daré una vuelta con la Vespa.
En realidad, le ha dado una sola vuelta a la
manzana en la Vespa y fue hace tiempo. Fue una aventura, no sabía si gritar, si
se iba a caer..., solo pensaba que tenía que agarrarse muy fuerte.
Una tarde, Juan aparece en su casa y
mientras que su padre recoge la chaqueta para salir de espalda a ellos, se acerca
a la niña y le pide su mano. Ella se la da, y él poniendo la palma hacia
arriba, le quema con el cigarro.
Ella mirándolo sorprendida, grita,
llora y sale corriendo hacia su padre.
- Papá, Juan me ha quemado adrede en
la mano con el cigarro.
Su padre le manda callar, queriendo
convencerla que seguro ha sido sin querer... y que es ella la que se ha
tropezado con el cigarro encendido seguro
–Es que
no paras, siempre gesticulando con las manos.
Y ella sigue llorando, cada vez con
más fuerza, ahora de rabia; se mira la mano, al redondel que se ha formado... y
que escuece tanto.
Mira a Juan que se aleja por la
calle junto a su padre en alegre conversación.
Antes de girar la esquina Juan
se vuelve, mirándola sonríe y ella, rompiéndose algo dentro, sin saber qué,
escucha en su cabeza, primero la voz de Juan y luego la voz de ella.
- "Siempre me va a creer
a mí, tú eres demasiado pequeña".
Y, todavía llorando, ahora de
rabia, y manteniendo la mirada.
- "Nunca subiré más en tu
Vespa, haces trampas".
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